En alguna ocasión os he comentado que soy de esas personas que se enamoran un poquito de cada pequeño proyecto que realiza. Y es cierto, lo soy, pero también es cierto que en ocasiones me enamoro un poco más que otras, que los flechazos resultan ser amores de verano y que los que perduran, comenzaron en invierno.
Y en invierno fue cuando la mamá de Claudia, Loli, se puso en contacto conmigo. Recuerdo nuestro primer café como si hubiese sido esta mañana. Lo ilusionada que la vi y como en cuestión de minutos supe que esta comunión marcaría un antes y un después. Descubrir que la persona que tienes al otro lado, busca exactamente eso que tu siempre has querido hacer, es una sensación indescriptible… una comunión shabby chic, no me lo podía creer!.
A ese primer café le siguieron otros muchos que me permitieron conocer a la persona que se sentaba al otro lado lo suficiente para que, ahora que todo ha terminado, la eche de menos. Nada de lo que hice hubiese sido posible si ella no me hubiese ido guiando. Fueron meses de preparativos, despacito y con buena letra, para que el día de la comunión shabby chic de Claudia todo estuviese perfecto.
Pero las cosas no siempre salen como una quiere, está claro, y la comunión de Claudia no fue una excepción. En la recta final, cuando cada cosa ya estaba en su cajita esperando el gran día, me descubrí a mi misma intentando devolver a Loli su gran sonrisa, la ilusión por ver la cara de su pequeña al descubrir todo lo que había preparado para ella, seguía ahí, pero de otra manera.
El día llegó, y a pesar de las ausencias y de que, para mi, fue una auténtica carrera de obstáculos (creedme, no lo estoy exagerando ni un poquito) en la que, algunas cosas no llegaron a salir de sus cajitas, todo lo que sí salió quedó así de perfecto.
Como siempre, la maravillosa repostería creativa de la mesa dulce, fue obra de la Srt. Cukie Cake, de Cukie Cake Project. No me cansaré de decir que las mesas dulces de The godmother no serían lo mismo sin ella. Mención especial para la tarta, tan perfecta que no me atreví a colocar el topper-guirnalda que había preparado, por miedo a estropearla!.
Podéis ver más imágenes de las galletas decoradas de la comunión de Claudia y la tarta de fondant aquí.A los pies de la mesa de chuches coloqué los tarritos de peladillas que había preparado para dar como detalle de la comunión a los invitados. Una forma diferente de colocarlos, que encajaba perfectamente con el estilo de toda la decoración.
Una de las cosas que tuvimos clara desde el comienzo, fuel el tipo de centro floral que decoraría las mesas: pequeños mason jars teñidos, con margaritas y paniculata. El toque de color se lo puso la rosa pitiminí, guiño a toda la imagen gráfica de la comunión.
Así de mona se quedó la decoración de la mesa de quesos, aunque en realidad, esto fue un plan b improvisado en el que me vi obligada a combinar la decoración de la mesa de quesos y la del buffet infantil (desde aquí mis más sinceros agradecimientos al simpático del maitre) Cosas que pasan, y de las que una intenta salir lo más airosa posible.
Y, por fin, llegamos a la zona que, junto con la mesa de chuches, hizo que Claudia agradeciera una y mil veces a su madre haberle montado una fiesta tan bonita: la zona de tocador.
Lo dispusimos todo para que Claudia y sus amigas se pusieran guapas: pintalabios, sombra de ojos, esmalte para las uñas… y unos preciosos tutús con los que las pequeñas se sintieron como princesas. Para encuadrar la zona de tocador preparé una zona de photocall, muy acorde con la estética tocador y que daba uniformidad al conjunto.
Para los amigos de Claudia preparé una zona de juegos, con dos mini boleras y alguna otra sorpresilla. Por lo que me han contado, éxito total!
¿Qué os ha parecido?? Os animáis con un comunión de estética shabby chic para vuestros peques?
¡¡¡¡WOOOOWWWW!!! Enamoradita de todo me acabo de quedar!!! Eres a mellor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
As mellores sempre están rodeadas das mellores, como eu o estou…voumo a creer 😉 Muak!!!
Qué bonita!, me gusta mucho, mucho, has conseguido muy bien ese toque tan inspirador, tan Shabby 🙂
PRECIOSO, PRECIOSO! No me extraña que fuera un éxito, porque los detalles son una auténtica maravilla. Enhorabuena, guapa!
Muchisisimas gracias Marta, eres un solete!
Qué maravilla!! Me ha encantado, es una preciosidad.
Muchas gracias Julia, me alegra que te haya gustado 😉
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Me he dado un paseo por tu blog… Precioso! Como se nota el cariño que le pones a todo lo que haces. Y esta comunión, alucino contigo… Me gusta todo pero los tarritos de peladillas son muy geniales! Un beso grande
Muchisimas gracias por tus palabras Andrea, me hacen especial ilusión viniendo de ti (fiel seguidora, casi siempre a la sombra, de tu blog). Por cierto, que tengo preparado un Diy con los tarritos de las peladillas, 100% de andar por casa, pero muy resultones :))
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Me gustaría saber si lo preparas. Todo tuy si es así como contratar tus servicios
Hola Carlota!
Si lo preparamos todo nosotros, si quieres más información envía un mail a info@thegodmother.es te enviaré un pequeño dossier y resolveré todas tus dudas.
Saludos!