una comunión en el país de las maravillas

Los últimos años al frente de The godmother han sido como un pequeño máster en detalles, gestos, miradas… Los matices siempre están presentes, pero hay que aprender a verlos y a leerlos. He visto cruces de miradas que no necesitaban palabras, roces de manos que daban toques de atención, sonrisas que no dejaban lugar a dudas, pero sobre todo he visto ojos de admiración. Y sabéis una cosa? los ojos de admiración más conmovedores que he visto no han sido entre enamorados, sino los de un pequeño mirando a sus progenitores. Sabemos que todos los padres creen que sus retoños son los más especiales, pero a veces se nos olvida que ese sentimiento es reciproco.

Los ojos de Candela, sentada al lado de su madre, mirándola mientras esta me hablaba, transmitían tanto bonitismo que ninguna fiesta bonita estaría a la altura. Era un bonitismo de esos que transmiten admiración, magia y la capacidad de poder visualizar todo el universo del que estábamos hablando.

Candela celebró su Primera Comunión en la finca familiar, rodeada de la gente que más la quiere e inspirándonos en uno de sus cuentos favoritos ¿Puede haber un mejor país de las maravillas, que transformar su propio mundo en el de Alicia?

Para las galletas de glassa, las de Alicia y el reloj, hemos contado en esta ocasión con Clau-Clau Escuela Taller, espectacular!!!Desde la entrada a la finca, a la mesa dulce o la zona destinada a comedor, todo estaba ambientado en ‘Alicia en el país de las maravillas’.

En la zona de juegos los más pequeños, además de explorar el universo ‘Alicia’, podían transformarse en personajes del cuento: conejos blancos ellos, reinas de corazones en rosa y blanco ellas (o viceversa! ). Candela se transformó en una Alicia muy especial, una Alicia de mirada mágica, penetrante y llena de admiración, a la que rodeamos de flores gigantes. Aunque siempre nos quedará la duda de si las flores eran realmente gigantes o si Candela había encogido al beber el contenido del frasco que dejamos sobre su plato….