Desde siempre he tenido un problemilla, que todo apunta a que con los años se hará mayor y me convertirá en una de esas personas ‘non grata’: donde los demás ven basura, yo veo cosas que en un momento determinado me pueden ser útiles, o simplemente son recuerdos de los que no quiero deshacerme. Así, he llegado a almacenar 5 archivadores de catálogos de diferentes marcas de mobiliario, luminarias, pomos de puertas… todos organizados por secciones, claro!! (De los que por cierto, me deshice muy dolorosamente hace un par de semanas, después de 10 años y por falta de espacio…)
De mis viajes siempre traigo exceso de equipaje, y no es por los regalitos para amigos y familiares, sino por las toneladas de papel que voy almacenando: Mira que díptico tan mono…! Ah!, y esa postal súper cuqui! Y podré coger ese póster??? Pues de esta misma manera, también he acumulado tarros, botellas (de cerveza!), cajas de cartón y de madera …y un sinfín de cosas a las que ahora le estoy sacando partido!
Lo último, los tarros y botellas pintados!
En blanco…
O de colores!
Es muy fácil y queda super vintage & chic.
Así que, síndrome de Diógenes, no gracias!. Yo guardo para reutilizar!!
Hoy estaba pensando como hacer una lampara con cosas reciclables, me acabas d dar una idea para una parte de la lampara, gracias!!!
gracias a ti 😉 ahh!! y yo quiero ver esa lámpara!
pd: me encanta que hayas puesto Sr.Boralgo 😀